jueves, 29 de agosto de 2013

¿Puedes ver aquel aroma?

Es curioso, pero es justo cuanto más tristes estamos cuando nos damos cuenta de la belleza que nos rodea. Descubrimos los pequeños detalles que los ojos a simple vista no nos mostraron.

Hoy he visto por primera vez una mancha de nacimiento en mi piel con forma de nube, he podido sentir el parpadeo de un pájaro y el caminar de un gato.
Por primera vez he sentido un silencio que solo era alterado por mis propios latidos, inexplicablemente he sentido el bombeo y la sangre.

He contemplado el anochecer desde su principio a su fin, y descubierto que los colores desaparecen según muere el día. He sentido en mi piel el transitar de una hormiga y presenciado la muerte de un gorrión. El murmullo del río y las ondas que crean los peces. La textura de los árboles y sus hojas.




Dicen que cuanto más solo te sientes más puedes apreciar estos pequeños detalles, y bien, hoy puedo decir, que es cierto.